Ya no siento nada
Y claro, al principio grité, lloré, te maldije, desee que te pasara lo peor en esta vida. Pero después me di cuenta de que no me afectaron tanto tus palabras. Y es que ya me has echo tanto daño que no puedes hacerlo aun más. Asi que he aprendido a tomarme a gracia tus mentiras, y a no angustiarme más por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario